La misión del Consejo por Comida Justa (FFSC, por sus siglas en inglés) es monitorear el desarrollo de una industria agrícola sostenible que promueva los derechos humanos de las y los trabajadores agrícolas, los intereses a largo plazo de las y los productores y las preocupaciones éticas con relación a la cadena de suministro de las empresas minoristas de alimentos, a través de la implementación del Programa de Comida Justa.

Catorce años después de su creación, el Programa de Comida Justa (FFP) ha entrado en una fase de expansión verdaderamente drástica: durante 2024 y 2025, las protecciones del programa llegarán a miles de trabajadores agrícolas adicionales, en más de 30 granjas adicionales en 13 nuevos estados. Este crecimiento acelerado se debió en gran parte a una nueva iniciativa diseñada por el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), lanzada en 2024, para expandir el programa H-2A, o de "trabajadores huéspedes", protegiendo a estos trabajadores del abuso. Como parte de ese programa piloto, el USDA designó al FFP como el nivel más alto —o "platino"— de protección de los derechos humanos de los trabajadores agrícolas estadounidenses y ofreció a las granjas el mayor nivel de subsidios financieros para unirse al FFP, con el fin de proteger a los trabajadores huéspedes en sus operaciones.

Para 2025, el FFP estará presente en al menos la mitad de los estados del territorio continental de EE. UU. y también operará en al menos dos países más: Chile y Sudáfrica. El crecimiento internacional del programa, junto con la posibilidad de expandirse a más países en los próximos años, cuenta con el apoyo de la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales del Departamento de Trabajo de EE. UU. Como resultado, los trabajadores y productores de la industria florícola en esos países ya se están beneficiando de la implementación del FFP, con una expansión más amplia en las industrias frutícola (Sudáfrica) y salmonera (Chile) próximamente.

El FFSC está muy entusiasmado con estas alianzas de colaboración que se han iniciado con estos nuevos productores y la posibilidad de futuro crecimiento en otros estados y países donde las y los productores estén interesados en adoptar los beneficios y las protecciones únicas que ofrece el Programa de Comida Justa.